Eras, el pecho en donde derramaba mis lágrimas de sangre, el refugio en donde depositaba la furia de mis monstruos, en donde derramaba mi baba tibia, las locuras...
Eras, el pecho en donde rendía mi desesperación, y también el lugar en donde encontraba amor, protección, la ternura de la madre, y el abrazo del padre.
Eras, los cuernos en donde me agarraba, me sostenías.
Eras el cuerpo de la vida, en donde mi alma se derretía.
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5 comentarios:
Que mala pinta tiene ese Eras.
Besos.
Cómo no reconocer a quién convertimos fortaleza para aferrarnos...!
Un abrazo.
Eras tanto...
y hoy sólo
eres la sombras
del pasado.
Un abrazo
Ese pretérito imperfecto.... denota un presente incompleto...
besos
Aunque denota el pasado
pero no pisado , ni olvidado...
reitero reconocer
es reconocerse y creo por ahí va tu linea...
buena construcción se lee fluido !
saludos!
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